Los estudiantes comparan las vidas de dos mujeres: Harriet E. Wilson, una sirvienta por contrato nacida de padre negro y madre blanca en New Hampshire, y Harriet Jacobs, una conocida esclava fugitiva que se estableció en Pensilvania y se volvió muy activa en el movimiento abolicionista. Ambas fueron escritoras publicadas, algo único para las mujeres de su época y posición.